16/7/08

RETOS PARA LA IZQUIERDA

Un socialismo para el siglo XXI

François Houtart
Ruthcuadernos.org


La hegemonía global del capitalismo, en su forma neoliberal, permitió universalizar la subordinación del trabajo al capital. El proyecto nuevo debe empezar por una deslegitimación clara y radical del capitalismo, en su lógica misma y en sus aspectos concretos en cada sociedad. A este propósito, podemos proponer tres niveles de reflexión: el nivel de la utopía (¿qué sociedad queremos?), los medios y finalmente las estrategias. Trataremos de aplicar estos tres niveles a los varios componentes de la realidad humana: ecológicos, económicos, políticos y culturales, y de proponer, de manera muy sintética, una serie de hipótesis como base de discusión.

Introducción

El socialismo es un proyecto antes que un concepto. Por esta razón es necesario abordar el contenido como paso preliminar a la utilización de la palabra. De hecho, ¿qué es el socialismo hoy? ¿Se trata del estalinismo, del maoísmo, de Pol Pot, de la socialdemocracia, de la tercera vía? Estamos ante la plena ambigüedad, lo que exige un nuevo cuadro de reflexión.

Sin embargo, hay una gran urgencia frente a la destrucción social y ambiental provocada por el modelo económico contemporáneo. La hegemonía global del capitalismo, en su forma neoliberal, no solamente fue edificada sobre nuevas bases materiales (las tecnologías de información y de comunicación) sino que permitió universalizar la subordinación del trabajo al capital («subsunción», según Carlos Marx). No solo se trata hoy de una subordinación real, es decir, dentro del proceso mismo de la producción a través del salario, sino también formal, o sea por medios financieros (precios de las materias primas y de los productos agrícolas, deuda externa, paraísos fiscales, fiscalidad interior que promueve la riqueza individual) y por medios jurídicos (normas de las organizaciones internacionales, como el FMI, el Banco Mundial, la OMC).

Este último tipo de subordinación afecta a todos los grupos humanos tanto por la destrucción ambiental como por la sumisión a la ley del valor. Hoy día, los pueblos indígenas están afectados en su posibilidad de supervivencia por la explotación de los bosques o la destrucción de la biodiversidad; las mujeres son las primeras víctimas de la privatización de la salud, el agua, la electricidad; los pequeños campesinos son desplazados por las empresas trasnacionales del agrobusiness. De hecho, la vida de la humanidad en su conjunto está siendo agredida. Las consecuencias para la sociedad son profundas porque este proceso agudiza las contradicciones dentro de todas las relaciones entre individuos, no solo por la desigualdad económica y social creciente, sino por un aumento de los conflictos de género, de razas o de castas.

Por estas razones, el proyecto nuevo debe empezar por una deslegitimación clara y radical del capitalismo, en su lógica misma y en sus aspectos concretos en cada sociedad. La conciencia de que no se puede humanizar el capitalismo constituye la base de un nuevo proyecto concreto. A este propósito podemos proponer tres niveles de reflexión: el nivel de la utopía (¿qué sociedad queremos?), los medios y finalmente las estrategias. Trataremos de aplicar estos tres niveles a los varios componentes de la realidad humana: ecológicos, económicos, políticos y culturales y de proponer, de manera muy sintética, una serie de hipótesis como base de discusión.

1. Los objetivos o la utopía

¿Qué sociedad queremos? Esta pregunta puede parecer muy general, un conjunto de ideas abstractas, un sueño. Pero no seríamos seres humanos si se suprimiera la capacidad de soñar. Queremos vivir en una sociedad humana de cooperación y paz. Ya eso significa que no queremos vivir en un mundo de pura competitividad y agresión. Desde su inicio tal perspectiva introduce una contradicción con la sociedad neoliberal. Para definir de manera más concreta lo que podemos llamar la utopía, se pueden distinguir cuatro objetivos o principios, según las ya citadas dimensiones ecológica, económica, política y cultural.

1) Prioridad de una utilización renovable de los recursos naturales

Existe una simbiosis fundamental entre la naturaleza y el ser humano. La naturaleza es fuente de vida (la pachamama, tierra-madre, como dicen los pueblos indígenas de América del Sur). No se puede agredirla ni destruirla sin atentar contra la vida humana. La naturaleza no puede ser explotada en función de una racionalidad puramente instrumental, característica del tipo de modernidad vinculada económica y culturalmente con el capitalismo. Ello resultaría en la destrucción progresiva de la naturaleza. El «grito de la tierra», como escribe Leonardo Boff, se llama desertificación, deterioro del clima, gripe aviar, sida...

Este principio de la prioridad de la utilización renovable significa el rechazo a modos de producción y actividades que destruyen de manera irreversible el ambiente natural. El uso de recursos no renovables será el objetivo de una gestión colectiva, asegurando así su racionalidad. Sin embargo, este principio forma solamente una parte de la realidad y debe entrar en

2) Predominio del valor de uso sobre el valor de cambio

Esta distinción, hecha por Carlos Marx, es útil para pensar el futuro. El valor de uso es lo que contribuye a la calidad de la vida humana en todas sus dimensiones. El valor de cambio es el mercado, que tiene una función subordinada al valor de uso. Sin embargo, dentro de la lógica del capitalismo, el mercado domina hoy no solamente la actividad económica, sino toda la organización colectiva de la vida humana. Para el capitalismo no existe valor económico si el trabajo, los bienes y los servicios no se transforman en mercancías. Es lo que se llama la imposición de la ley del valor, que según Franz Hinkelammert, significa el fin del sujeto. Los seres humanos están sometidos a esta ley que invadió la realidad social sometiendo a la humanidad en su totalidad a la lógica del capitalismo. Es por eso que Karl Polanyi, economista estadounidense historiador del capitalismo, concluye en que es necesario reinsertar la economía en la sociedad.

3) Participación democrática en todos los sectores de la vida colectiva

La participación democrática, es decir, el poder de decisión del sujeto humano, no puede ser limitado al sector político. En este sentido, se puede decir que toda la realidad es política, empezando por la economía. El principio de la participación democrática tiene que aplicarse a todos los niveles de la vida humana colectiva, desde el local hasta el global.

4) Interculturalidad

Todas las culturas participan en la vida cultural y espiritual de la humanidad. Ninguna de ellas puede ser eliminada o marginalizada. Eso incluye todas las expresiones culturales, el derecho, la ciencia, las religiones y las espiritualidades. Las transformaciones que derivan de intercambios, de enriquecimiento mutuo, son bienvenidas porque la cultura no es estática.

Sobre la base de los cuatro principios expuestos se plantea el problema de los medios.

2. Los medios

No basta con afirmar principios. Construir otra sociedad significa aplicar medios para que ellos puedan ser realidad.

1) La relación con la naturaleza

Para llevar a cabo el primer principio de predominio de una utilización renovable podemos proponer tres medios principales. El primero es la apropiación pública de los recursos naturales esenciales para la vida, como el agua, las semillas, el aire. Estos recursos constituyen el «patrimonio de la humanidad» y deben escapar de la ley del valor, tal como está definida por el sistema económico capitalista.

La revalorización de la agricultura campesina es otro medio necesario. Se trata de luchar contra la concentración productivista de la tierra o de los productos agrícolas en manos de empresas trasnacionales que destruyen la naturaleza sin hablar de los desastres sociales y de promover una agricultura orgánica. En tercer lugar, la tarea fundamental de regeneración de la atmósfera, de los suelos, de las aguas y finalmente del clima.

2) El predominio del valor de uso sobre el valor de cambio

Existen varios medios para este predominio en específico. Solamente queremos señalar algunos de ellos.

• Promover la producción orientada hacia la mayoría de las poblaciones con la utilización de instrumentos públicos, lo que se opone al modelo de desarrollo actual que favorece un crecimiento económico espectacular de solamente 20% de la población. Eso es la consecuencia de la lógica del capitalismo, que necesita generar fuertes poderes de compra de una minoría para absorber una producción sofisticada, contribuyendo así a la acumulación del capital.

• La introducción de elementos cualitativos en el cálculo económico, como el bienestar (la calidad de vida), el entorno ecológico, la seguridad alimentaria. Las decisiones serán muy diferentes si se tomaran en cuenta estos elementos en los cálculos de los costos de producción y de intercambio.

• Limitar la influencia del capital financiero mediante un impuesto sobre los flujos internacionales, la abolición de los paraísos fiscales y del secreto bancario y la supresión de la deuda externa de los pueblos del Sur.

• Abolición de las patentes en su forma actual y adaptación del derecho de autor, para evitar el monopolio de las trasnacionales.

• Revalorización de la empresa como lugar de trabajo común a fines sociales y no como fuente de riqueza para los accionistas.

• Reconocimiento y valorización de los empleos no reconocidos (mujeres en el hogar) o desvalorizados (servicio social, servicio de salud) y creación de empleos para sectores cualitativos de interés

colectivo (mejoramiento de la calidad de vida, servicios personales, etcétera).

• Constitución de un seguro social generalizado bajo control público.

• Revalorización del servicio público como servicio a la colectividad y no como atención a «clientes».

3) El principio de la democracia

La democracia no es solamente un fin, sino también un medio. En este sentido se debe extender la democracia representativa a todos los niveles de la actividad colectiva, incluyendo el sector económico. Sin embargo, se necesita también la promoción de la democracia participativa o directa como incremento del control popular en los mismos sectores. No se trata solo de la dimensión territorial (pueblos, barrios, aldeas), sino también de las empresas y de las administraciones.

4) El principio de interculturalidad

Los medios en este sector son también diversos, con prioridad a lo siguiente:

• Afirmar y concretar el derecho de los pueblos frente al derecho de los negocios, lo que significa un cambio fundamental de la filosofía de los organismos internacionales, financieros y comerciales.

• Protección de las culturas por medidas adecuadas en los diversos sectores de sus expresiones.

• Socialización de los resultados de la ciencia, sin monopolio industrial o particular.

• Afirmación de la laicidad del Estado, como base del diálogo filosófico y espiritual y del ecumenismo.

3. Las estrategias

Para poder aplicar los medios susceptibles de concretar los principios hay varios niveles de estrategias.

• Deslegitimar el capitalismo, como expresión de una modernidad deshumanizante, lo que significa la utilización de todos los espacios posibles para el desarrollo de un pensamiento crítico en los sectores de la economía, de la ecología, de la política y de la cultura. En este sentido, los foros sociales han cumplido un papel importante: el desarrollo progresivo de una conciencia colectiva.

• Acelerar la creación de actores colectivos a nivel global, a través de redes de resistencia (un ejemplo es Vía Campesina).

• Renovar el campo político de la izquierda, con la convergencia de varias organizaciones políticas (no se puede pensar en un partido único detentor de toda la verdad) y la centralidad de la ética en las prácticas políticas.

• Promover la emergencia de un nuevo sujeto histórico, que no estará solamente constituido por los trabajadores asalariados, sino por todos los grupos afectados en su vida por el sistema capitalista: pequeños campesinos, mujeres, pueblos autóctonos, etcétera.

• Buscar la centralidad de la ética como actitud colectiva e individual, en coherencia con la utopía, lo que implica una institucionalización de los procesos sociales y políticos como base de los comportamientos individuales y una redefinición permanente de los aspectos concretos de la ética, con la contribución de todos.

Podemos concluir que si es eso a lo que llamamos socialismo, se trata de un proyecto profético y constructor, capaz de contradecir la «barbaridad» y de traducir a la vez en un proyecto poscapitalista la defensa de la dignidad humana y el amor al prójimo.

La lucha de la izquierda liberal mexicana por la consolidación de un gobierno civil




La izquierda libral mexicana estaba levantada en armas en 1812, cuando el Congreso de Cadiz recibía a Ramos Arizpe, representante de Nueva España en dicho Congreso. Morelos dirigía las operaciones en contra del gobierno español en México. Morelos fue el impulsor de la independencia, no sólo con las armas, sino en la creación de instituciones civiles.

La constitución de Aptzingán y el gobierno de Iguala, son las expresiones de la necesidad del gobierno civil mexicano. Mucho antes que el propio Iturbide proclamara su "deseo" por adherirse a la independencia, Morelos tenía ya la convicción de que la independencia del país era la única salida, y que el gobierno civil emanado de esta lucha garantizaría el gobierno de los mexicanos.

José María Morelos y Pavón es un símbolo de la resistencia del gobierno civil mexicano y de los deseos por ver libre y soberana a la nación mexicana. Junto a él, los insurgentes ofrendaron su vida por esta causa. La izquierda liberal se inclinó con las armas en la mano, por el GOBIERNO CIVIL, no por la monarquía.

Esta tradición perduraría hasta el encuentro con Iturbide, muerto Morelos y liquidado el esfuerzo de Francisco Javier Mina, el movimiento de independencia mexicana conoció un retroceso que lo llevó a la defensiva y a resistir en las montañas del actual Estado de Guerrero. El antiguo territorio dónde Morelos se afianzó y convirtió en la tierra de resistencia de la nación mexicana.

No es fortuito que los izquierdistas mexicanos sigan recogiendo nombres como Morelos, Nicolás Bravo o Hermenegildo Galeana, no es fortuito que recojan el nombre de Vicente Guerrero para enarbolar sus causas, como no es futil que llamen a sus fuerzas como Villa y Zapata.

La fuerza de la izquierda liberal mexicana y luego de la izquierda socialista ha sido el apoyo popular y la resistencia que el pueblo mexicano les ha brindado al empujar en causas como la independencia, la revolución de Ayutla, la guerra de reforma, la resistencia contra la intervención francesa y luego con la Revolución mexicana.

La debilidad de Guerrero en el sur, su imposibilidad de poder solucionar militarmente la causa de la independencia por sí solo, le llevó a acogerse al pacto que le ofrecía Agustín de Iturbide y la derecha monárquica del país. La aceptación del Plan de Igual y el pacto trigarante produjo la consumación de la independencia.

Pero Guerrero no aceptaría, por tradición, ni el gobierno monárquico, ni la sumisión a Iturbide. La lucha contra el monarquismo en la primera fase de los gobiernos independientes produjo el gobierno civil mexicano con la subido al poder mexicano del Presidente Guadalupe Victoria.

La culminación obvia a este proceso fue el Congreso Constituyente de 1824 y la redacción de la primera Constitución del país. En el debate entre centralistas y Federalistas, en un territorio que carecia de instituciones y sobre todo de una sociedad civil consciente y activa. El país tenía una frágil estructura de gobierno, en el que pesaban aún las viejas estructuras coloniales, tenía una administración en bancarrota, endeudamiento extremo y una infraestructura debastada por la década de la guerra de independencia.

Las luchas entre la izquierda y la derecha en el país echarían a pique la fragil democracia mexicana, después de la elección de Guadalupe Victoria, la elección dio el triunfo al lado conservador de Gómez Pedraza, la democracia mexicana se derrumbaría con la insurrección de Vicente Guerrero y la lucha entre las facciones.

GBN

15/7/08

Por una izquierda autocrítica pero combativa



La función de la izquierda es preparar el horizonte para el futuro, desde los problemas del presente. Si bien la derecha modera las tendencias radicales, esta moderación no puede ser responsable si no es democrática, es decir si en el marco legal y constitucional no sólo debe respetar la voluntad popular, permitir la acción social sino permitir la alternancia en el poder. En un marco democrático, una fuerza no se debe permitir el monopolio del poder. Ambas tendencias son necesarias.

La ultraderecha no lo entiende así, cree que el otro extremo es el mal, por eso trata de NEGAR a toda costa la existencia de sus adversarios. Sus epítetos contra la izquierda de pseudo izquierda, no existe la izquierda, es la prueba de su pensamiento negativo, fuera de la real politik, no pueden negar que la tendencia política adversaria existe.

Nuestra independencia esta a punto de cumplir 200 años, el país existe gracias al pacto final entre la derecha y la izquierda mexicana en el Plan de Igual y en la formulación de las tres garantías. Pero el inicio de la independencia fue responsabilidad y atributo de la izquierda mexicana.

El poder en el virreynato impidió una salida legal, los poderosos en el país tienen el gran problema de no reconocer las demandas de la sociedad e imponerse mediante el mero ejercicio del poder.

Los miembros del cabildo de la Ciudad de México intentó darle una salida legal, dentro de los canones institucionales a la crisis de 1808 de la cuál este año se celebran 200 años, la derecha configurada por los españoles monopolistas del Consulado de Comerciantes. El próximo 14 de julio se cumplirán 200 años de las abdicaciones del Bayona y del inicio del gobierno francés de José Bonaparte. Todo el territorio del Imperio español se sacudió y la nueva situación planteó enormes sacudidas. Fray Melchor de Talamantes publicó un escrito en el que reflexionaba que la carencia del Rey retornaba la soberanía de las decisiones a las instituciones y a los pobladores del virreynato.

Llamaba a crear instituciones gubernamentales adecuadas a la coyuntura, que fortaleciesen a las colonias y que libearan el comercio de las ataduras que se habían impuesto.

Los miembros del ayuntamiento de la CIUDAD DE MÉXICO, criollos encabezados por Primo Verdad. Verdad reivindicaba que el trato y el estatuto del gobierno en Nueva España, no era colonial, sino que debía ser tratado como un reyno más del Imperio español. Era contrario a que las reformas borbónicas quisieran degradar a la Nueva España al estatuto de colonia del Imperio.

Primo Verdad propuso al Virrey Iturrigaray, junto con el ayuntamiento, la formación de juntas de gobierno a semejanza de las que ya se estaban instituyendo en España, que luchaba por su independencia de Francia. Sin embargo, los sectores peninsulares y conservadores no permitirían que se llevaran a cabo las juntas, porque les preocupaba que estas desembocaran en la independencia. El Virrey Iturrigaray siguió los pasos legales y llevó el asunto a la Audiencia y escuchó sus opiniones. La Audiencia en este caso fungía como un órgano consultivo y no como el órgano encargado de decidir. Temerosos de que el movimiento desembocara en la independencia, los españoles interpretaron la neutralidad de Iturrigaray, pues esperaban oposición al cabildo, así que decidieron por la violencia, derribar a Itrurrigaray.

La derecha en la colonia, fue la primera tendencia en violentar el poder público y no ajustarse a las leyes. Encargaron a Gabriel Yermo la ejecución del Golpe de Estado y así la medianoche del 15 de septiembre de 1808 aprehendió a Iturrigaray y su familia, mientras la Inquisición condenó las tesis de Melchor de Talamantes y arrestó a éste y a Primo Verdad, enviándolos a prisión. La Iglesia en ese momento movilizó a sus miembros para calmar la respuesta popular. Iturrigaray fue enviado como prisionero a España y luego al parecer envenenaron a Primo Verdad, los demás miembros del cabildo fueron enviados a San Juan de Ulúa, dónde melchor de Talamantes murió de fiebre amarilla.

Este es el agravio social que provocó que en 1809 se inicara la conspiración de Valladolid encabezada por Michelena y un año más tarde una rama que sobrevivió a los arrestos, la conspiración de Queretaro, llevara a Hidalgo, Aldama, Morelos y Jiménez a la insurrección de Dolores el 16 de septiembre de 1810. Hidalgo y los suyos representan el progresismo y el cambio, pues violentados los derechos de los criollos en sus mismas instituciones esto precipitó la guerra por la independencia del país.

GBN

LA DERECHA MEXICANA SE INCLINÓ HACIA LA RESTAURACIÓN GIRONDINA.



La independencia y el pacto de las 3 garantías era un intento de salvarse del liberalismo español.

Como España desconoció la independencia, optaron por la Monarquía constitucional.

Fueron derrotados y triunfó la república.

El movimiento de la conspiración de la profesa se movió en contra de la posibilidad de que el movimiento de Rafael Del Riego en España y la primera derrora del liberalismo a la monarquía absoluta terminase con la aplicación de la Constitución de Cadiz de 1812. Iturbide y sus partiarios trataban de impedir la aplicación de los preceptos liberales a la Nueva España. Preferible era independizar la colonia, antes de aceptar el gobierno de una monarquía constitucional. Con el capital político que les daba haber encabezado la consumación de la independencia, los partidarios de Iturbide lo proclamaron emperador.

Fernando VII rechazó la independencia mexicana, de la misma forma que todos sus familiares, Iturbide y su fama, se creyeron suficientes para elevarlo al grado de emperador del Imperio mexicano. Pero aquí, como en la actualidad, la legitimidad que acompaña a un emperador, no son sus deseos, ni los de sus partidarios, Iturbide carecía de legitimidad porque no era miembro de la familia real y por lo tanto carecía del linaje que le da la dinastía. Los mexicanos no habían roto con España para regresar a ser gobernada ni por el linaje de los borbones, ni para ser tutelados de nuevo por los españoles.

Entre los problemas de construcción de un gobierno civil, y la monarquía postiza que proponían los monárquicos mexicanos, la correlación de fuerzas en el país, apostó al Congreso, dónde se erigían las representaciones y al gobierno civil.

La disputa entre el Congreso y el "emperador" culminaron con la derrota de Don Agustín de Iturbide y su destierro, su posterior fusilamiento porque desconocía los decretos que le prohibían regresar.

La derrota de los iturbidistas, deslizó al centro a la derecha, pues ahora las cuestiones de gobierno del país no era la vieja disyuntiva entre jacobinos y girondinos, entre el gobierno civil y la monarquía constitucional, sino la forma de darle al país un proyecto, leyes y una dirección.

El consenso de las fuerzas del Congreso, provenían de la tradición de lucha de la independencia mexicana. Los insurgentes y su larga resistencia en las montañas mexicanas no eran una fuerza que se debía despreciar, el pacto mexicano de las tres garantías que postulaba la unión y la independencia había sido sellada por los insurgentes en el abrazo de Acatempan.

Pero los iturbidistas se habían negado a reconocer a los otros, creían que ellos eran los más aptos para conducir el gobierno del país y en apoyarse en sus intereses para hacerlo. Por ello en la oposición a la monarquía aparecerán los nombres que habían continuado la lucha de Hidalgo y Morelos. Nombres como Vicente Guerrero, Guadalupe Victoria y Antonio López de Santa Ana.

Lejos de una conspiración masona, como la derecha gusta de presentar. Las lógias son formas naturales de agrupación dentro del liberalismo, aparecieron no sólo en inglaterra, fueron los grupos clandestinos que lucharon por el liberalismo en Francia, en Italia, en España. En México el lberalismo español éstuvo representado por la logia escocesa, mientras que el modelo norteamericano, influyente pues fue el primero en diseñar instituciones civiles en el mundo, propició la lógia yorkina, no sólo como una influencia liberal norteamericana, sino como la forma de meter la mano directamente en los asuntos mexicanos, de parte del gobierno norteamericano.

La restauración monarquica y la recuperación de Nueva España como colonia estuvo vigente en la vida nacional con las expediciones españolas contra el gobierno mexicano. La derrota del monarquismo llevó al gobierno civil y al triunfo de la izquierda mexicana liberal con el gobierno de Guadalupe Victoria.

Los desatinos de la ultraderecha



Por lo regular la Ultraderecha desatina en la propia historia de la izquierda, es como si al hablar de los orígenes del conservadurismo en México, no lo ubicáramos en la primera división independentista entre los realistas y los insurgentes. O bien desconocieramos la oposición del Regeneración de los Flores Magón en el otro extremo de la formación de lo que sería el Partido Católico Nacional.

Es tal su sentimiento de culpa, pues ha coqueteado con la traición al país, que su nuevo paradigma es querer negar que el conservadurismo es una tendencia social, una tendencia que no necesariamente traicionaría al país y que moderaría las propuestas de los progresistas. Pero en lugar de reivindicar su utilidad social, se han metido en un sentimiento de culpa real, porque los conservadores no han hecho un corte de caja, autocriticado las tendencias conservadoras en el pasado y reivindicado una nueva tendencia social. Por México jamás a pasado a la nueva derecha, es la misma y vieja derecha.

Mientras en los Estados Unidos, la derecha es Republicana y proviene de la veta whig o liberal, en México la derecha se enraizó en el pensamiento católico tradicionalista. Por ello una de las grandes dificultades fue que abandono el pensamiento liberal a sus adversarios. En lugar de retomarlos, los ataca en contraposición al oficialismo. La derecha ha tenido el poder en varias ocasiones en la historia mexicana.


Cuando triunfó la independencia, terminaron encabezando la toma de la Ciudad de México cuando el ejercito trigarante entró a la Ciudad de México. En lugar de constituir un poder civil y ubicarse en él, aspiró a convertir el gobierno mexicano en una monarquía constitucional encabezada por el propio Iturbide. Uno de los grandes problemas de la derecha es no intentar incluir a los otros en el gobierno, considerar que con su manpulación puede quedarse con todo. A diferencia de los Estados Unidos dónde el poder civil contempló el sistema bipartidista, los conservadores siempre pensaron que podrían maniobrar con un Pío Marcha para quedarse con el poder.

El propio proyecto de la conspiración de la profesa, contemplaba la eliminación de la izquierda representada por los insurgentes. El Plan, si ustedes recuerdan este pasaje de la historia mexicana, era propiciar desde adentro del sistema a Agustín de Iturbide al sur para combatir a Vicente Guerrero. Eliminar a Guerrero era muy importante para ir solos a la toma del poder. Pero Guerrero echó a perder los planes, porque sabía resistir, era mejor en el terreno e Iturbide no lo pudo eliminar. Esa gran lección, siempre se le olvida al conservadurismo, el pueblo siempre esta presente.


La intención de los conservadores era evitar la aplicación de la Constitución Gaditana que Rafael Del Riego había hecho firmar a Fernando VII. Así que había que derribar a las autoridades españolas y promover a Fernando VII, a un familiar de Fernando VII o a un mexicano elegido por el Congreso, para el gobierno del país. Su acción era evitar la acción del LIBERALISMO español.


Así, como era imposible eliminar a un movimiento insurgente que iba de bajada, se tuvo que pactar con ellos. El Pacto trigarante condensa ese pacto entre la izquierda y la derecha mexicana en ese momento.


Garantizar los privilegios de la Iglesia Católica bajo la clausula de RELIGIÓN. El color blanco de la bandera nacional.

Garantizar los intereses criollos y españoles sin división, pues la guerra de independencia, como todas las guerras había sembrado enconos, acumulado agravios y resentiminentos con quienes se habían negado a la independencia del país. Así el verde era la unión, la unión entre los distintos.

A cambio de estas dos concesiones, se unificaron los sectores sociales en pos de la independencia del país. Formular un sistema poilítico basado en la dinastía y las instituciones coloniales, no fue tan sencillo como los demás pretendían.


Los conservadores a diferencia de los Republicanos norteamericanos, una derecha mucho más progresista, e afianzaro no en e gobierno civil, sino en la monarquía. El gran fracaso de la monarquía mexicana es que no se basaba en el principio de la dinastía española, no había dinastía aquí, así que cualquier hijo de vecino como Itrubide, jamás sería visto como emperador. A esto volveremos en la próxima entrega.

GBN